martes, 31 de marzo de 2009

Dentro de las rutinas se aprende más


Con la mamá de Walter acordamos en vernos en el mercado de la Florida, para de ahí partir a casa de ella. Cuando ella llegó estaba con Walter y su hijo Gustavo de 12 años. Fuimos en bus hasta la casa de ella, el trayecto duró 20 o 30 minutos, eran muchas lomas. En el carro la mamá estaba con su bebé, ella miraba hacia la ventana y al bebé, le hablaba por pequeños momentos. A la mamá se la notaba cansada.
La casa está ubicada en Colinas de la Florida, esta tiene 4 ambientes: sala, comedor, cocina y dos cuartos. Fuimos al cuarto de la mamá, el cual es compartido con el bebé, en él hay una cuna en el cual duerme Walter. Gustavo tiene su propio cuarto. La mamá manifiesta que el esposo no pasa mucho en casa, ya que es marino mercante y por eso el bebé puede estar con ella, además de que es pequeño y necesita de ella hasta en las madrugadas.
En cama de la mamá estuvimos realizando ciertas actividades con bebé, analizamos las rutinas del niño e implementamos cambios en ellas a fin de que él pueda beneficiarse mejor de cada momento. La mamá de Walter era receptiva y hacia preguntas acerca del desarrollo de su hijo y de cómo podía ayudar determinada actividad en el desarrollo del niño. Así también aclaró dudas que le provocaban vecinas al decir que el niño no ve desde pequeño y que ellos no entienden cuando se les habla y que por lo tanto no era necesario hacerlo como hasta ahora lo hace, se le aclaró las dudas a la mamá diciéndole que los niños sí ven desde que nacen, pero su visión aún no discrimina colores, pero que los colores negro, rojo y blanco lo discriminaban en los tres primeros meses y también se aclaró que los niños oyen todo desde el vientre y al escuchar la voz de la mamá lo tranquiliza a él porque a pesar de estar en un ambiente diferente, sabe que esa voz que escuchó durante 9 meses está ahí presente.
Gustavo estaba escuchando las indicaciones que se le daba a la mamá y el también participaba en las terapias. En cierto momento el bebé se mostró irritable, no paraba de llorar porque tenía hambre, dice la mamá que él toma bastante leche y no le gusta el calor, como luego de tomar la leche, lloraba por el calor que tenía, por eso la mamá mandó a Gustavo a calentar un poquito de agua para bañar al bebé. En la hora del baño Walter lloraba, dijo la mamá que siempre llora al bañarse y por eso ella paraba en ciertos momentos para tranquilizarlo, durante el baño se le cantaba y hablaba al bebé para tranquilizarlo y que disfrute ese momento, además de fortalecer el vínculo afectivo madre e hijo.
Una vez terminado el baño, se trabajó un poquito con Walter, yo le demostraba ciertas actividades y luego la mamá las repetía o a veces le daba las indicaciones y ella lo hacía. El bebé estaba tranquilo y disfrutaba el momento junto con la madre, luego de ello quedó dormido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario